Si eres productor o consumidor de bebidas alcohólicas, debes estar al tanto de la nueva normativa europea 2023 que regula el etiquetado de estos productos. Esta normativa tiene como objetivo mejorar la información que se facilita al consumidor y evitar prácticas engañosas o confusas por parte de las empresas fabricantes.
¿Qué información debe incluir la etiqueta de una bebida alcohólica?
Según la nueva normativa, todas las bebidas alcohólicas con un volumen de alcohol mayor al 1,2% deben incluir en la etiqueta los siguientes datos:
– Nombre o denominación de la bebida. Pudiendo opcionalmente añadir los símbolos de la unión Europea para denominación de origen protegida o indicación geográfica protegida.
– La categoría del producto vitícola. Esto incluye: vino, vino espumoso, mosto, vino de aguja, etc.
– Si contiene alérgenos o si puede causar reacciones adversas: debe advertir al consumidor si la bebida contiene algún ingrediente que pueda provocar una reacción alérgica o intolerancia (como sulfitos, gluten, lactosa, etc.).
– Un símbolo que indique el contenido alcohólico bajo (entre 2% y 6%) o alto (más de 6%): debe informar al consumidor sobre el grado de alcohol de la bebida y sus posibles efectos en la salud.
– Su procedencia.
– Indicación del embotellador, productor, importador y vendedor. Indicar el nombre del fabricante o la razón social del mismo: debe identificar claramente quién ha elaborado la bebida y dónde se encuentra su sede o establecimiento.
¿Qué beneficios tiene esta normativa para los consumidores?
Esta normativa tiene varios beneficios para los consumidores:
Por un lado eleva el nivel de protección y disminuye errores en la percepción de la bebida debido a un etiquetado incorrecto: evita que el consumidor se confunda sobre el tipo, origen o calidad de la bebida que compra o consume.
También busca evitar prácticas engañosas de las empresas fabricantes de bebidas alcohólicas: impide que las empresas utilicen nombres, imágenes o reclamos falsos o engañosos para atraer a los consumidores o inducirlos a error.
Además aboga por una mayor transparencia en el mercado y la existencia de una competencia leal: garantiza que todos los productores y distribuidores cumplan con las mismas reglas y condiciones y respeten los derechos e intereses de los consumidores.
La idea sobre la misma es que permite tomar decisiones más informadas y conscientes sobre la salud: al incluir la información nutricional y los alérgenos, los consumidores pueden conocer mejor el valor energético, los nutrientes y las sustancias que pueden afectar a su salud (como azúcares, grasas saturadas o sal) que contiene cada bebida.
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